Antes de meternos de lleno en las imágenes invernales que estamos contemplando estos días, queremos hacer un tributo al otoño. Para nosotros es una estación mágica, de las más bonitas que hay. Tenemos la suerte de vernos rodeados de árboles que despliegan sus mejores galas en ésta época del año. Hayas, robles, serbales, abedules, cerezos, fresnos, mostajos, carpes, espinos y los grandes álamos. Todos tienen esos tonos elegantes que cazan los fotógrafos en los preciados días de sol. 


Pero si hay algo que en otoño nos encanta, no sólo contemplar sino también comer, son las setas. Este año ha sido muy buen año de setas.

Boletus Edulis
En prados, caminos, entre retamas, bajo aulagas, espinos y frondosas, las setas nos han sorprendido por su abundancia y buen porte.

Macrolepiota procera
Pholiota Squarrosa (no comestible)
Coprinus Comatus
Amanita Muscaria (tóxica)
Boletus Aereus
Plateras
Seta de tronco
Mucídulas Viscosas
Pardillas
Champiñón campestre
¡¡¡y muchas de ellas, a la cazuela!!!
Después del empacho de setas, nos deleitamos con los colores vivos y la calidez del bosque otoñal.







 












Por supuesto en las Cabañas Patagónicas también disfrutamos del color y la luz del otoño.








Bueno y ahora lo que toca es el blanco de la nieve...









A partir de ahora no os olvidéis las cadenas en el coche ni la ropa de invierno... ¡hasta la vista!