El mes de agosto es un buen momento para conocer el macizo de Mampodre. Montaña que domina el paisaje de Maraña y surge vertical e imponente frente a las Cabañas Patagónicas.

Una de las precauciones más importantes durante el verano, es hacer las ascensiones no muy tarde y bajar pronto a Maraña, pues el cierzo suele entrar por la tarde y puede complicar los descensos.

Os vamos a invitar a que descubráis con nosotros uno de los picos emblemáticos del Mampodre. La Polinosa (2.159 m). No es el más alto, La Cruz (2.192 m), no es el más alpino, Pico Mediodía (2.175 m), pero sí es una bonita pirámide que destaca en la vertiente sur de los Mampodres.


Para los que estáis habituados al GPS, hemos compartido en la red los tracks de esta ascensión.

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5003674

Nosotros partimos desde las Cabañas Patagónicas, ubicadas en la parte norte de Maraña. Salimos dirección oeste por los prados segados que pasan debajo de la Peña Hoguera.


A nuestra izquierda mantenemos la mágnífica vista del Mampodre:


Llegamos por detrás del albergue "El Mampodre" y nos incorporamos a la pista de Riosol, por la cual transcurren el PR de las Señales y la GR1.


A pocos metros nos encontramos nuestro primer desvío. Uno de los afortunados que tienen señalización de madera. Esperemos que a este le sigan más.


Tomamos esta pista lateral y cruzamos el puente sobre el arroyo para atravesar los campos segados en busca del arroyo de Valverde.


Siguiendo la pista de los prados, pasando los pastores eléctricos sin tocarlos, subiendo y subiendo llegamos a un bonito espino albar (majuelo). Qué a gusto se está bajo su sombra.


Es un poco antes de este espino cuando decidimos hacer la ruta por la parte alta, junto a la caseta de pastores y no por el fondo del valle junto al arroyo. Como el segundo lo conocemos bien, hemos querido probar a tirar por arriba.
Pasado el refugio subimos hasta una zona de piedra caliza que en su parte más alta conserva las ruinas de un antiguo chozo de pastores.


¡¡Qué bonita panorámica de todo el valle de Valverde se tiene desde ahí!!


Siguiendo bajo las laderas de las Pandas de la Cabrera y las majadas, llegamos a la zona de los corros de Valverde. Antiguos corros ganaderos que hoy son ruinas abandonadas.




Sin entrar en la parte baja del valle, vamos tirando a media ladera enfilados directamente al collado occidental de la Polinosa. Es en esa zona cuando una manada de rebecos se ve sorprendida por nuestra presencia. ¡Qué rápido corren!



Una ladera empinada de brezos bajos nos lleva al collado. Al otro lado aparece los valles de Redipollos, Lillo y el embalse de Porma.


Para los amantes de la flora será un placer observar cómo florece el maravilloso Sempervivum montanum.




Del collado no hay otra opción de subida que enfilar directamente por la ladera empinada de hierbas y piedras sueltas.
Al poco tiempo se llega a la cima.


En la cima encontramos un medio hito de piedras, una barra de hierro y un buzón oxidado. Un tímido intento de otorgar a esta montaña clasificación montañera, algo que no necesita.
Desde la cima se contemplan de lujo las cimas cercanas del macizo.

Pico la Cruz (2.192 m)


El Convento (2.146 m)


El Cervunal o Valcerrao (2.168 m)


Buscando el descenso recorremos la cresta pedregosa que no tiene ninguna dificultad.


Al final de la cresta la bajada aparece de repente. Hasta que no te asomas a ella no la ves, con lo que impresiona un poco. Aunque no es complicada, sí hay que tener cuidado con la arena y las piedras sueltas.


Al terminar la bajada de la pala, se llega al collado Cervunal, desde el que mirando para atrás se ve bien lo que hemos bajado.


Una parada técnica en el collado para almorzar y contemplar los picos de Valverde.

Pico la Cruz
La Cruz y el Convento
El descenso se hace tranquilamente por el valle de Valverde, alternando veredas hechas por el ganado y los pastos de hierba. No hay un camino definido.

en Valverde todo el monte es orégano
También en la bajada nos encontramos a los rebecos.
Una mirada atrás y la norte de la Polinosa se presenta majestuosa. Las vacas también.
Del valle de Valverde se entra en el valle del arroyo del mismo nombre, más cerrado y estrecho, por el que discurre alegre entre plantas, formando pequeñas charcas, donde viven los anfibios. Un sapo en este caso.

Las vacas nos las encontraremos hasta las mismas puertas de Maraña.



Maraña nos recibe con la impresionante pared caliza de la Peña Hoguera. A ver si conseguimos de una vez por todas que nos den licencia para abrir vías de escalada.


La llegada a las Cabañas Patagónicas tiene su recompensa en una bonita terraza con las mejores vistas y un buen refresco!!!!!!